martes, 4 de junio de 2013

Después de tantas vueltas, todo vuelve a ser lo mismo... desengaños uno detrás de otro, ciega perdida. Sin ganas de volver a tragarme tus mierdas. ¿Quién te mandó a que vinieras a engañarme de nuevo con tus promesas? Porque me cago en el quinto día que te seguí el juego. La diferencia es que ya no me duelen tus gilipolleces, ni me afectan tus locuras. Entiende que yo estoy feliz. Ya no me amargo por cosas que no merecen la pena, ahora aprovecho el tiempo que me queda día a día, minuto a minuto, segundo a segundo y beso a beso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario