miércoles, 2 de enero de 2013

Ámate a ti y a tu personalidad.

Renunciar no siempre es tan malo como parece. Puedes ser feliz sin ir detrás de nadie. Deja que el sol brille sobre tu piel, que el viento te peine el pelo y que los ojos se te cierren por todo ese brillo que te ilumina. Porque sí, es totalmente posible ser feliz, solo tienes que quererlo. La vida te da las alas, pero es decisión tuya volar. Puede que todo cambie, que las cosas pierdan su color habitual, pero ¿quién dijo que el gris no sea un color? La vida solo se vive una vez... Aprovéchala.  Además, ¿por qué destacar?¿por qué diferenciar?¿por qué cambiar? Que hay de malo en ser de tú misma, en ser quien amas ser, en tener tu propia libertad. Aunque se me venga el mundo encima, tenga el día más triste del mundo, esté de mal humor, me infravalore, me sienta sola, aunque lo esté pasando mal y no tenga ganas de hacer nada, soy feliz. 


Tengo una vida excelente, aunque no sea perfecta pero podría haber sido peor. Sea cual sea la tela que te cubra, la piel que te esconda, la máscara que te oculte, en el fondo de ti, tu propio único e irremplazable corazón latirá, recordando que eres quien serás y que jamás podrás cambiar. Tengo gente que me apoya como lo es mi encantadora familia, mis adorables amigas, mis grandes amigos, y la gente que me rodea que aunque conozca poco, hacen que me sienta bien. No me torturaré, ni sufriré más, me mostraré orgullosa de mi propia personalidad. Podrá haber días buenos o malos, que esté feliz o enfadada o que vea el mundo positivamente o negativamente, pero me alegro de vivir esta vida y tener a los que tengo conmigo.

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